REY DE OROS. CAPÍTULO 71. Noche de póker
REY DE OROS. CAPÍTULO 71. Noche de póker
El sol de la mañana bañaba el circuito con un brillo dorado que hacía brillar los cascos y las motos como si fueran joyas sobre ruedas. Costanza se estaba adaptando otra vez al ritmo frenético de las competencias, y la felicidad le reventaba en el pecho cada vez que oía rugir su moto. No había sonido más hermoso en el mundo, ni siquiera la voz de Alaric cuando la llamaba “mi reina temeraria”.
—¿Te das cuenta de que pasas más tiempo en esa moto que conmigo? —le dijo él una vez, cruzado de brazos mientras la veía preparar la salida.
—Claro, porque la moto no me roba las cobijas —le respondió ella con una sonrisa burlona.
—Eso fue una vez —protestó él.
—Tres —corrigió ella—. Y en una de esas me dejaste sin almohada.
Alaric rodó los ojos, resignado. Desde que Costanza había vuelto a correr, la casa se había llenado de cascos, guantes, botas, piezas de repuesto y un aroma a gasolina que parecía haberse instalado hasta en las cortinas. A veces él dec