REY DE OROS. CAPÍTULO 70. Una recuperación en familia
REY DE OROS. CAPÍTULO 70. Una recuperación en familia
Había pasado una semana desde que Costanza había despertado, y los médicos por fin la habían dejado marcharse.
El aire fresco del mediodía le supo a gloria cuando salió por las puertas, con un ramo de flores en una mano y la otra aferrada a la de Alaric. Él insistía en llevarle las bolsas, el abrigo, y prácticamente en cargarla si era necesario, pero ella se reía y le aseguraba que podía caminar perfectamente.
—No estás hecha de titanio, Connie —refunfuñó él, abriéndole la puerta del auto.
—No, pero sí de pura terquedad —replicó ella con una sonrisa.
Cuando llegaron a casa, Costanza pensó que todo estaría en silencio, con el típico olor a flores nuevas que dejaban los empleados de servicio. Pero apenas cruzó el umbral, un ruido de pasos apresurados la hizo detenerse.
—¡Connie!
Aquella voz joven la hizo volverse, emocionada. Damian venía corriendo por el pasillo, con los ojos brillantes y una expresión que mezclaba alivio, culpa y