REY DE OROS. CAPÍTULO 61. Una corredora sexy
REY DE OROS. CAPÍTULO 61. Una corredora sexy
Costanza despertó con la sensación de que alguien la observaba. Abrió apenas un ojo, todavía envuelta en las sábanas, y ahí estaba: Alaric, apoyado en un codo, mirándola con esa intensidad suya que a veces daba miedo y otras veces hacía que quisiera esconderse bajo la almohada.
—¿Qué? —murmuró ella, con la voz adormilada y lista para sonrojarse hasta la médula—. ¿Se me paró un pelo o te paré el corazón?
Él sonrió apenas, con esa calma que la ponía de los nervios.
—El corazón y un poco más me paraste, dulzura, pero… no era eso en lo que estaba pensando.
—¿Ah no? —susurró Costanza dándose la vuelta y suspirando emocionada cuando sintió su peso sobre ella. Era imposible negar que aquel hombre la estaba volviendo loca y de la mejor manera posible.
—Estaba pensando… que haremos ese circuito en moto algún día. —La voz de Alaric sonaba prometedora, casi solemne en contraste con la picardía que estaba haciendo de restregársele encima como un adoles