REY DE OROS. CAPÍTULO 26. Casado contigo
REY DE OROS. CAPÍTULO 26. Casado contigo
Alaric se quedó petrificado detrás de su escritorio, con una expresión que mezclaba confusión, incredulidad y una pizca de miedo. Costanza estaba sobre sus piernas con una sonrisa triunfante, mostrando el anillo como si fuera la bandera de un ejército conquistador. Sybel, por su parte, permanecía parada a menos de un metro a su izquierda, con un aire retenido de indignación que casi podía cortarse con cuchillo.
—Connie… ¿qué está pasando? —preguntó él frunciendo el ceño mientras sus ojos recorrían a Costanza y luego a Sybel, como si esperara que alguna de los dos estallara en carcajadas y dijera “es broma”.
—Bueno… —dijo Costanza, con la serenidad de alguien que está a punto de soltar un bombazo y ya lo disfruta—. La señora Sterling aquí presente, me acaba de decir que está convencida de que, como se acuesta contigo, pronto formalizarán su relación y será la nueva dueña de la empresa.
Alaric se levantó de un brinco, tan sobresaltado que casi se