REY DE OROS. CAPÍTULO 25. La nueva dueña
REY DE OROS. CAPÍTULO 25. La nueva dueña
Alaric y Costanza caminaban por la ciudad bajo un sol que parecía no tomarse demasiado en serio su trabajo. Él la llevaba a su paso lento y calculado, como si la ciudad fuera un tablero de ajedrez y ellos las piezas más importantes, y Costanza, a su lado, no dejaba de mirar escaparates con la curiosidad de un gato que hubiera descubierto la magia de los humanos.
—Entonces… —dijo Costanza mientras fruncía la nariz, señalando una farmacia con el cartel un poco descolorido—, ¿y si hacemos una parada estratégica?
Alaric miró en aquella dirección y le sonrió con un guiño antes de tirar de su mano.
—Sí —respondió, con un suspiro que mezclaba alivio y más ocupación que preocupación—. La píldora del día después. Vamos a comprarla de una vez y listo.
Costanza rodó los ojos, pero no dijo nada. Sabía que cualquier comentario se toparía con la mirada de “soy serio y estoy concentrado” que Alaric podía lanzar a la velocidad de un rayo. Entraron en la farma