REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 41. Perder
REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 41. Perder
Vera estaba sentada en una de las sillas frente a su escritorio, con las piernas cruzadas y una sonrisa de esas que ya no le creía hacía años.
—Hola, hijo —dijo en tono dulce y Tristan se quitó el abrigo sin devolverle la sonrisa.
—¿Qué haces aquí, mamá?
—Vine a verte. Hace semanas que no hablamos —contestó ella, encogiéndose de hombros—. Quería... ya sabes, hablarte.
—No estoy interesado.
—¡Tristan, por favor! No tienes que ser tan cortante. ¡Yo estoy poniendo de mi parte para construir una mejor relación contigo!
Él se apoyó contra el escritorio, y su rostro era una máscara de molestia.
—¿Una mejor relación? ¿Ahora te interesa eso?
—Tristan, no empieces —suspiró ella—. Ya sé que las cosas entre nosotros no han sido fáciles, pero estoy intentando acercarme.
Él soltó una risa seca, sin humor.
—Sí, claro. Déjame adivinar. Lo que realmente quieres es más dinero del que ya te doy, ¿no?
Vera lo miró ofendida. —No es eso. No quiero dinero, solo quiero…