CAPÍTULO 48. Reputación y evidencias
CAPÍTULO 48. Reputación y evidencias
Ulises la miró con los ojos desorbitados, como si acabara de ver un fantasma o escuchar una maldición milenaria. La seguridad que había intentado mantener hasta entonces se quebró en un segundo. Su rostro, normalmente arrogante y controlado, se volvió tenso, y sus labios se separaron apenas, en busca de una respuesta que no encontraba.
Raven, de pie frente a él, con el mentón en alto y la mirada de una reina furiosa, no retrocedió ni un centímetro. Su voz era helada, pero en sus ojos ardía una rabia que parecía haber estado incubándose durante semanas.
—Al parecer, de alguna manera tuviste acceso a mi caja fuerte —dijo, en un tono tranquilo pero venenoso—. Y te robaste no solo este collar… —alzando la mano, mostró la joya como si fuera una prueba irrefutable ante un jurado— sino otras ocho piezas, todas de muy alto valor. Ninguna baja del medio millón de dólares, y tal como están las cosas para ti y para tus padres… dudo muchísimo que en esta vida