REINA DEL MAR. CAPÍTULO 39. Cosas serias
REINA DEL MAR. CAPÍTULO 39. Cosas serias
Las palabras de mi padre me descolocan, y solo hay dos opciones para mí: o Ren todavía no le ha enseñado lo peligroso que puede ser, o de verdad cree que tratarme como a su prostituta y moneda de cambio personal le puede servir de algo.
Sin embargo, aunque yo estoy con la sangre hirviéndome en las venas, Ren no parece impresionado; y su voz es firme y controlada cuando le responde.
—¿Esa es tu última palabra? —pregunta, como si no le importara en absoluto lo que Tucker diga.
Y mi padre se ríe y asiente, levantando las manos como si todo ya estuviera dicho.
—Sí. Esa es mi última palabra. Quédate con mi hija y yo me quedaré con tus cuarenta millones. Es un precio justo, después de todo.
Ren se vuelve hacia mí, y por primera vez desde que entró Tucker, me mira a los ojos.
—Baja el arma, hayabusa —me dice con tono tranquilo, pero con una firmeza que de repete estoy tentada a obedecer—. Déjalo ir. Tucker Hall ha acordado hacerse responsable de sus d