CAPÍTULO 42. La última vez...
CAPÍTULO 42. La última vez...
Puedo sentir su impotencia y todo lo demás en la forma en que me sujeta la cara y me mira a los ojos. El agua cae con fuerza, golpeando mi piel caliente contra la suya, pero apenas lo noto. Todo mi mundo se reduce a la intensidad de este segundo, a Viggo arrancándome el dolor como si estuviera acomodando un hueso roto; a la forma en que su boca atrapa la mía sin previo aviso.
No hay sutileza en su beso, solo hambre, furia, deseo desenfrenado, y la voluntad para someter. Me dejo llevar por esto, sea lo que sea. Antes de darme cuenta, mis manos se clavan en sus hombros, aferrándome a él como si fuera mi única salvación.
—Vas a decirme lo que pasa —gruñe contra mi boca, con voz ronca y entrecortada, cargada de una rabia que roza la desesperación.
—Por favor… —es todo lo que puedo suplicar y él sabe lo que quiero, sabe lo que necesito y hace que la frase muera en mi garganta cuando me empuja contra la fría pared de la ducha.
Jadeo ante el contraste del gélido