Mundo ficciónIniciar sesiónEl amanecer del día cincuenta y siete llegó con una claridad cruel que se filtraba por las cortinas de seda, iluminando cada rincón de la habitación donde Danna había pasado la noche en vela. Sus ojos, enrojecidos por la falta de sueño y las lágrimas silenciosas, se fijaron en el techo mientras sus manos descansaban sobre el vientre que crecía día a día. Durante las horas más oscuras de la madrugada, había tomado una decisión que la aterrorizaba tanto como la liberaba.
No puedo seguir siendo su marioneta, se repitió por centésima vez, las palabras resonando en su mente como un mantra de resistencia. El bebé se movió ligeramente, como si hubiera percibido la tensión de su madre, y Danna cerró los ojos, buscando fuerzas en esa pequeña vida que crecía dentro de ella.
Valentina se había despertado varias veces durante la noche, extendiendo una mano silenciosa hacia ella en la oscuridad, pero Danna había fingido dormir. Necesitaba procesar sola lo que estaba a punto de hace







