RECUERDAME
RECUERDAME
Por: yumaryp93
capítulo La historia

Había estado casada con Niholas durante ocho años, los cuales podría asegurar, que eran los mejores de toda mi existencia.

La vida nos sonreía grandemente, el era un empresario, inteligente, audaz, un verdugo en los negocios, en la oficina demostraba ser una persona implacable y con un carácter fuerte, pero nada es lo que parece, conmigo era el hombre más amoroso, el más detallista del mundo, extrovertido, hogareño, horneaba Galletas, cocina delicioso, un poco celoso, hacia de mis días una maravilla.

Siempre recibía un enorme ramo de rosas rojas, era una rutina entre ambos, lo que hacía especial cada detalle diario, eran sus divertidas cartas, siempre que me entra gabán el arreglo, también anexaban un lindo sobre, ya sabía su juego así que esperaba diariamente la llegada de sus obsequios.

Nos conocimos en la escuela, y desde entonces, no nos habíamos separado, estudiamos en la misma universidad y vivíamos en la misma urbanización.

Éramos muy felices hasta que aprobamos el tercer año de carrera, una chica de la misma facultad empezó a interponerse entre ambos, obviamente no la culpaba a ella de nuestra ruptura, sino a él, por dejarla entrar, reconozco que también colabore un poco, pero no estaba en mi mejor momento, su familia era adinerada, mientras que la mía, a penas si llegábamos al último, con nuestros míseros sueldos, muchas veces me ofreció ayuda, pero la rechace.

El día que terminamos, el me confesó que se había enamorado de alguien más, que yo era una mujer maravillosa, cualquier otro podría hacerme feliz, me arrodille y supliqué que se quedara a mi lado, pero él no me escucho, lo había perdido.

Vive momentos muy oscuro, que me dejara, fue como si le hubieran dado una sacudida a mi vida, desencadenando miles de problemas y situaciones horribles, hasta llegar a la muerte de mis padres, una noticia que terminó de acabar conmigo.

Mis padres trabajaban en la misma compañía, pero ambos se sentían ahogados en su relación, pude escucharlos discutir muchas veces, mama aseguraba que debía aguantar cualquier cosa, para que yo estuviera feliz, según ella, los hijos merecen cualquier sacrificio, pero ¿hasta que punto?

Según un compañero de trabajo, que venía en el vehículo con ellos, discutieron todo el camino, mi padre se había enamorado de una compañera de trabajo y estaba dejando a mi madre, la pobre lloraba desconsolada suplicando que se quedara, ambos iban enfrascados en una fuerte discusión, lo que les impidió ver, q un camión que venía sin frenos y con un conductor ebrio, quien le arrebato la vida a mis padres.

En el velorio, me volví loca de dolor, mi vida se había desboronado, perdí a mis padres en un abrir y cerrar de ojos y aj que tenía veinte años, aún los necesitaba, porque aunque se tuvieran cien año, siempre se necesitaba una madre, un padre, no creía en ese cuento de que padre es cualquiera, mi papá fue único y espacial en mi vida, jamás ocuparían su lugar, incluso si mama estuviera viva, y buscará otro esposo, ese hombre no se convertiría en mí padre, tendría que superarlo en muchas cosas, y la verdad dudaba bastante que pudiera.

Nicolas intento acercarse a mi, el día de la muerte de mis padres, pero estaba herida, por mucho que lo amara, jamás olvidaría sus palabras, ni lo que me había hecho, se enamoro de otro y limpio el suelo con mi corazón.

Quedé sola en el mundo, un tío de mi madre fue lo único que me había quedado, el se mudo conmigo, le tenía muchísima confianza, era gay, así que me resultó más fácil adaptarme a él, me acompaño en todo momento, y me dio la estabilidad financiera que necesite durante mis estudios, y después de graduada.

El día de mi acto de grado, di el mejor discurso de la historia de nuestra universidad, primero llore mares, recordando a mis padres, luego llore viendo a Nicolas agarrado de mano junto a su novia, habíamos soñado este momento juntos, pero luego comprendí que debía seguir adelante, así que eso hice levante mi rostro, sonreí, luciendome,con mis palabras lloraron muchos, mientras que otros aplaudieron, y en la última fila de invitados estaba mi tío, con la foto de mi madre y la de mi padre, acompañándome como siempre.

Luego del acto de grado, la famosa de Nicolas me felicito, obviamente por hipocresía, ellos eran los Maxel, no rendida pleitecia a nadie, al menos que encontrarán algún beneficio de eso, pero estaba segura que lo habían hecho para que me diera cuenta de que Nicolas era feliz junto a su nueva novia, pero sonreí abiertamente y los felicite a ambos, dejando a mi ex novio sorprendido, lo cierto es que era muchísimo más inteligente que el, no caería en ese juego, justo antes de salir del campus con mi tío, él me abordo.

—¿crees que puedas regalarme un segundo de tu tiempo?

Lo mire por varios segundo, mientras mi tío me miraba a mi, buscando alguna señal, pero estaba perdida en mis pensamientos, quería irme y dejarlo aquí, pero aún le quería así que lo dejé hablar.

Suspiro frustrada—Tío espérame en el auto—digo mirándolo firme, el hace lo que le pido y se marcha.

—Gracias por permitirme jablar

—Tienes cinco minutos y ya llevas dos, así que habla.

—Se que hablamos de este momento muchas veces, desde niños soñamos con estar enamorados y graduarnos juntos, lo he pensado todos estos días, tu discurso me rompió el corazón, saber que perdiste a tus padres y no pude estar contigo, me mata por dentro, dejarte fue un error, te sigo amando aunque tu me odies

Mi corazón quería salirse por la boca, jamás pensé que escucharía esto del gran Nicolas Maxel, pero estaba sucediendo y disfrutaría de ello, ahora sería yo quien se encargaría de hacerlo sufrir.

—Creo que lo que ocurrió entre ambos fue lo mejor que pudo pasarnos en la vida, el día que mis padres fallecieron me sentí morir, por suerte mi tío estuvo allí, habíamos planeado esto muchos años, pero no todos los sueños, se hacen realidad, así que ya no importa.

Le resto importancia con mis hombros y lo dejo parado en el medio del lugar, pero cuando estoy a mitad de camino, volteo y decido, clavarle la puñada final.

—Nicolas.

Voltea a verme—Dime.

—No te Odio, Odiarte es darte demasiada importancia, y tu a mi ya no me importas.

Dicho esto salgo del campus, subiendo al auto. Al llegar a casa me desahogo en lagrimas, justo en los brazos de mi tío.

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