El bosque estaba irreconocible. La luz de la luna roja se filtraba entre las ramas quebradas y los troncos caídos, iluminando un terreno convertido en un campo de caos. Los híbridos habían vuelto a aparecer, más numerosos y feroces que antes, avanzando en formación perfecta. Cada uno de ellos parecía haber sido entrenado para anticipar mis movimientos, para neutralizar el poder que brotaba de mi interior.
Mi corazón golpeaba con fuerza en el pecho, mezclando miedo y adrenalina. Mi lobo no estaba solo despierto; estaba hambriento, ansioso, listo para devorar cualquier amenaza que se atreviera a acercarse.
—¡Lyria! —gritó Darian, empujándome hacia un lado mientras un híbrido saltaba hacia nosotros—. ¡Usa tu poder con control!
Intenté concentrarme. Inspiré profundo, sintiendo cómo la energía dentro de mí fluía como un río salvaje. Cada golpe de mi corazón enviaba ondas de fuerza por mis venas, y cada respiración conectaba con los latidos de los lobos antiguos que me observaban desde la s