Mundo ficciónIniciar sesiónLa plaza central había sido transformada en un anfiteatro improvisado. Miles de lobos se congregaban en círculos concéntricos, sus rostros alzados hacia la plataforma donde Lyric se alzaba como una estatua de mármol viviente. Su cabello dorado capturaba cada rayo de sol matutino, creando un halo que parecía demasiado perfecto para ser natural. Vestía túnicas blancas que ondulaban con una brisa inexistente, y cuando habló, su voz resonó sin necesidad de amplificación.
—Hermanos y hermanas —comenzó, extendiendo los brazos en un gesto que abarcaba a toda la multitud—He venido a ofrecerles lo que nuestra especie ha buscado durante milenios. Paz verdadera.
Me encontraba en los tejados circundantes, observando desde las sombras mientras mi corazón se fracturaba con cada palabra que salía de sus labios. Este era el niño que había criado, el que había cantado canciones de cuna, el que había consolado después de pesadillas. Ahora hablaba como un profeta demente.
—Durante







