Mundo de ficçãoIniciar sessãoEl templo abandonado se alzaba entre las ruinas como un testamento a la fe perdida. Sus columnas agrietadas sostenían fragmentos de techo que dejaban pasar rayos de luna filtrada, creando un mosaico de luz y sombra sobre el suelo de mármol quebrado. Había venido aquí siguiendo un impulso que no comprendía completamente, una necesidad urgente de encontrar respuestas en un lugar que había conocido solo en sueños.
Él está aquí.
La certeza me golpeó con la fuerza de un rayo. No necesitaba verlo para saber que mi hermano se encontraba en algún lugar entre estas ruinas sagradas. El aire mismo vibraba con una energía que reconocía como un espejo distorsionado de la mía propia.
Mis pasos resonaron contra la piedra mientras me adentraba en el templo. Cada eco parecía multiplicarse, como si el edificio mismo amplificara mi presencia. La luna llena se alzaba directamente sobre la abertura del techo, bañando todo con su luz plateada. Era perfecta. Demasiado perfecta.







