STEFANO HARRISON
Abro el auto dispuesto a marcharme pero el sonido del disparo dentro de la mansión me pone alerta.
En un movimiento ágil saco el arma detrás de mi espalda, quito el seguro y avanzo.
Los soldados de la entrada se ponen alerta y doy indicaciones precisas para que revisen el perímetro.
¿Cómo es posible que un enemigo ataque a plena luz del día? y más a un jefe de la mafia, en su propia casa. Imposible.
Cuatro hombres me siguen mientras los demás entran por el jardín. Dos me cubren las espaldas.
No es la primera vez que somos atacados en nuestros terrenos pero lo que me desconcierta es que sea a plena Luz de día.
Me acerco a la entrada y al oír voces, tiro la puerta para disparar lo que se me ponga por delante pero la escena que presencio me hace apresurar el paso. ¿Qué es esto?
El cuerpo de Abby yace tirado en el piso, cerca de la escalera y Cloe la tiene entre sus piernas y Salvatore ¿Está sangrando?
Uno de nuestros hombres lo revisa y al percatarme que es solo