El rubio llega a su casa y sube a toda prisa las escaleras para encontrarse con su mujer que lo tiene que estar esperando en su cama. Al llegar a la puerta de su habitación se encuentra con una nota pegada en esta, la despega y lee.
La habitación de las fantasías.
Con una sonrisa, mete la nota en el bolsillo de tu pantalón y camina con pasos seguros hasta la habitación que tienen para cumplir sus fantasías sexuales. Saca la llave de tu bolsillo y se adentra en el lugar encontrándose con las luces a un nivel tenue y una suave música de fondo. Sofi se situaba sobre la hamaca dentro de la jaula con las piernas cruzadas, meciéndose suavemente. Ian explora con la mirada la vestimenta de su mujer, desde las botas negras y largas hasta la rodilla, subiendo a los pantalones de cuero negros, que juraba iba a tener que hacer un curso para quitárselos de los apretados que se veían. Un diminuto top negro también de cuero y una peluca de pelo corto hasta los hombros, con flequillo de lado. El rubi