Cuando llegaron, las cosas no habían mejorado, el gorila de la puerta les advirtió que Quintana estaba en el predio y que el Sr. Zeus llegaría en un par de horas.Todo indicaba que un importante negocio se llevaría a cabo dentro del recinto. Noe solo pensaba en encontrar a Quintana y averiguar para qué clase de negocio la quiere a ella. Gaby tenía como objetivo al Sr. Zeus, aunque también tenía como preocupación a la testadura de Noe, por lo que decidió dejar que la joven haga lo que tiene pensado hacer, pero por supuesto con él pegado como lapa a ella. —Acompáñame —le dice Gaby a Noe llevándola con delicadeza por el medio del lugar. —A dónde vamos? —cuestiona. —A hablar —responde el morocho girando en el pasillo para llegar a su vestuario. —No de nuevo con toda esa diatriba tuya, no creo que lo tolere un segundo más. — ¿De qué carajo estás hablando? —inquiere y luego niega con la cabeza entrando a toda marcha al vestuario—. No importa; te traje aquí por otra cosa —le hace saber—. Quie