Luego de hacer que Noe se cambiara de ropa, ya que estaba mostrando de más según Gaby, obligándola a ponerse unos pantalones de cuero azules y un top, más largo del que se había puesto de color negro, al fin salieron en dirección al club para hacer su trabajo. Una vez que llegaron, cada uno ocupó su puesto, Gaby detrás del escenario y Noe en la barra dialogando con su nuevo amigo Yummy, como ella lo había bautizado.
—Hoy se ven más… Mmm… Como decirlo —habla el chico Yummy buscando las palabras—… Mas unidos, ¿quizás? —Noe asiente con la cabeza sin poder ocultar a sonrisa en sus labios—. Arreglaron sus cosas —adivina.
—Sí, algo así —contesta y toma un sorbo del vodka que le entrega el chico.
—Eso es bueno, ahora no la vas a pasar tan mal viendo como se le tiran encima a tu hombre —le hace saber.
—¿Quién te dijo que no? —lanza, provocando que el barman se carcajee.
—Tienes que controlarlo, chica —le dice sin dejar de reír.
—¿Puedo hacerte una pregunta? —tantea.
—Dos.
—¿Alguna vez has vis