Estaba muy nerviosa por el hecho de que iba a conocer a uno de los hermanos de Noah. La noche anterior había probado varios atuendos, pero ninguno me parecía adecuado. Al final, me decidí por unos vaqueros clásicos y la camiseta de Led Zeppelin que a Noah le encantaba. La combiné con una chaqueta que complementaba bien el conjunto y unas botas negras que me daban un poco más de altura.
Soy de las que prefieren la sencillez. No quería esforzarme demasiado con el maquillaje; me encantan los estilos frescos y naturales. Me apliqué una base ligera para disimular imperfecciones, acentué los contornos de mi rostro, usé una buena máscara de pestañas y delineé mis ojos. Si era cierto que los ojos eran las ventanas del alma, entonces debía enmarcarlos bien. Terminé con un toque de rubor y brillo de labios que realzaban la forma de mi boca.
—Bueno, Lucía, ya estás lista… ¡A conquistar a esa gente! —me dije frente al espejo, intentando darme valor.
Una llamada de Noah interrumpió mi discurso int