Mundo ficciónIniciar sesiónEl atardecer de Madrid pintaba el cielo de tonos anaranjados mientras Valeria observaba a través del ventanal de la oficina. La reunión con los inversores había terminado hace media hora, pero ella seguía allí, perdida en sus pensamientos. El proyecto avanzaba según lo planeado, pero su vida personal era un caos que no lograba ordenar.
—¿Un café antes de irte? —la voz de Alejandro la sacó de su ensimismamiento.
Valeria se giró para encontrarse con su mirada cálida. Alejandro sostenía dos tazas humeantes y una sonrisa que transmitía seguridad, algo que últimamente escaseaba en su vida.
—Gracias —respondió, aceptando la taza—. Necesitaba esto.
Se sentaron en el pequeño sofá de la esquina, ese que habían usado tantas veces para discutir estrategias de negocios. Pero esta vez, el ambiente era diferente. La tensión flotaba entre ellos como una niebla sutil pero innegable.
—Estuviste brillante hoy —comentó Alejandro, dando un sorbo a su café—. Los invers







