Dos días después
Finalmente la buena noticia llega: puedo marcharme y con la seguridad de que no va a haber algún inconveniente en mi cuerpo.— ¿Lista para ir a casa?— Más que lista. — respondo.Debo reconocer que la mujer que no llama la atención y siempre buscaba la forma de llegar a fin de mes, ha desaparecido por completo, porque ahora me tratan como la señora de una familia importante y a mi hija como la pequeña princesa de la manada.‘Todo ha cambiado bastante.’ Me digo mentalmente.— Queríamos hacer algo pequeño, pero…— Ustedes no saben que es lo que algo pequeño. — respondo y ellos sonríen.— Sí, tienes razón. Cuando queremos anunciar cosas o situaciones importantes, queremos hacer todo muy bien. — responde mi madrina y yo asiento complacida.Todos salimos del lugar