‘Ahora sí puedo decir que el mundo se me vino encima.’ Me digo mentalmente.
Mi padre parece que está en estos momentos en cortocircuito porque se gira para observar a su esposa quien me mira a mí herida.— Irina, ¿te has casado? — pregunta nuevamente mi madre y yo no me atrevo a responder porque algo me dice que ella ya sabe la respuesta a ello.— No digas tonterías, cariño. Nuestra hija está soltera, ¿cómo puedes preguntarle a una mujer soltera que está huyendo de su expareja si está casada? — pregunta mi padre riéndose un poco porque para él es una broma.— Responde, Irina, ¿o debería llamarte señora Hawking? — pregunta mi madre y mi padre se queda confundido como si ese apellido lo hubiese escuchado antes.Justo cuando creí que las cosas no podían ser peor, algo nuevo sucede.’ M