Una mestiza para el Alfa ES

Bianca.

Este día va de acorde a como me siento, la lluvia golpea con fuerza las ventanas de la sala de la funeraria, miro fijamente el suelo en la espera de que me digan de que ya esta todo listo para enterrar a mi padre, el mejor padre de la historia, mejor hombre y policía de Chicago qué falleció asiendo lo que mas amaba.

-Bianca ya esta todo listo.

La voz de mi tía Ivón llama mi atención y de forma robótica me levanto de la silla y la sigo por el pasillo asta salir a los prados verdes que se ven tan hermosos a pesar de lo tenebroso que es este lugar, por fin llego al ataud de mi padre y tengo que morderme el labio para no comenzar a llorar ya que le prometí ser siempre fuerte ante los demás, la lluvia comienza a empeorar mientras bajan el ataud, me quedo parada bajo la lluvia asta que terminan de cubrirlo con la tierra, siento que mi tía me toma de por los hombros y me intenta llevar a dentro de nuevo pero me resisto un poco.

-vamos Bianca qué tu madre llegara hoy por ti.

Al escuchar esas palabras mis pies se comienzan a mover y siento una combinación de sentimientos muy inusual, tengo irá, rencor tristeza, miedo y soleda, en todos estos años no he visto a mi madre desde que tenia cinco años, mis padres se separaron y ella hizo como si yo no existiera, mi tía me lleva al auto y a mi casa donde mí tía me pide que guarde mis cosas para irme ya que me madre vendrá por mi esta tarde, al estar en mi habitación dejo que mis lágrimas salgan de mis ojos como si fueran una fuente, no puedo creer que qué mi padre ya no este conmigo cada cosa de mi habitación me lo recuerda y desearía quedarme aquí con mi tía pero ella no tiene los medios para mantenerme y el estado jamás dejara una menor a cargo de una mujer con antecedentes de drogas a pesar de que tiene años limpia, solo un incidente y jamas se olvida, más calmada comienzo a guardar mis cosas deteniendo en la placa de mi padre pasos mis dedos por los números y se apellido.

-te prometo que cumpliré mis sueños papá, no importa que.

Guardo la placa de mi padre en la maleta ente mi ropa para que no se maltrate, me coloco mis botas negras militares para dar un suspiro cansado y salir de la habitación donde ya me espera una mujer alta de piel blanca y de cabello negro qué me mira con una leve sonrisa, como si te fuera a sonreír de regreso m*****a.

-Bianca saluda.

Miro a mi tía de forma sería para después saludar de forma seca a mi disque madre.

-buenas tardes.

Desvío la mirada de ella y me enfoco en el auto qué se mira en la calle, supongo que es de ella y me llevara a mi lúgubre destinó.

-bueno ya nos tenemos que ir para que no se nos haga tarde en el camino.

-si.

Mi tía se acerca a mi y me da un fuerte abrazo antes de darme un beso en la mejilla y me acerca a mi madre que me sonríe y me ase un ademán para que pase, camino a paso firme y rápido al auto para subir mis cosas a la parte trasera y subirme de copiloto, ella se sube a mi lado y enciende el auto, al camino asía el bosque es silencioso y todos dirán que es genial vivir fuera de la ciudad pero yo sé muy bien que es lo que se oculta allí, mi padre no me ocultó mi otro lado familiar y se muy bien el motivo por el cual no soy bienvenida alli.

-mis padres están felices y ansiosos de conocerte.

Genial más personas que no conozco y no me importa conocer, miro por la ventana ignorando sus palabras.

-y sabes aquí también hay una escuela a la cual ya te inscribí de antemano para que termines la preparatoria y no pierdas el semestre.

-sabes que no me importa lo que me digas verdad.

-Bianca se que nuestra relación no es buena pero debemos de trabajar juntas para que esto funcione.

Al escuchar esas palabras me rabia sobrepasa mis límites y pierdo la compostura, volteo a verla con rabia en los ojos y dejo que mis labios cobren vida.

-¡ Relación ! ¿ cual puta relación ? jamás me fuiste a ver y ni siquiera me llamaste ahora no te vengas a ser la madre del año.

Mi madre baja la mirada e intenta mantener una sonrisa, m*****a hipócrita.

-se que debí de ser más cercana a ti pero tu no comprendes como son aquí son muy estrictos con algunos asuntos y no podemos hablar con...

-anda dilo, humanos y mestizos.

-¿ lo sabes ?

-mi padre me lo dijo todo y debo decirte que me parecen una bola de retrógradas de m****a.

Mi madre decide ya no decir nada y se lo agradezco ya que no deseo hablar con ella, no se por que diablos decidió tomar mi custodia hubiera preferido mil veces quedarme en el sistema por unos meses asta que mi tía Ivón pudiera tomar mi tutela.