Eres mía.

Cuando entre me sorprendí de la decoración que había; ya que tenía diferentes globos en forma de corazón pegados al techo mientras había un camino de pétalos de rosas rojas haciéndome sonrojar, caminamos juntos por ellas hasta llegar al comedor donde se encontraba una vela con rosas, la comida servida que trataba de mojarra frita con ensalada y al lado un acordeonero mirándonos fijamente, cuando Álvaro chasqueo los dedos inicio a tocar.

— Me pareces interesante, a pesar de ser una modelo tienes un aura llamativo — Dijo Álvaro mientras se sentaba en relajo colocando su muslo izquierdo sobre el derecho; su brazo izquierdo sobre su cabeza y su brazo derecho cerca de su boca con un palillo.

— Gracias, pero soy solo una persona común y corriente — Murmure con pena, sonrojándome odiando esta actitud porque sabía que debí

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