Espíritus guías

Rosseta sonrió, decidió levantar su mano y tocar el pecho desnudo de Albuz donde estaba su corazón ardiente.

- Si late de esa forma es porque me recuerda. - dijo al sentirlo y cerrar los ojos. Era una bomba o una máquina que no tenía control. Los sonidos eran fuertes y hasta desesperados. - yo todavía sigo ahí. - volvió a decir al abrir los ojos.

- ¿Quién eres? ¿Por qué se comporta de esta forma? - Albuz quería respuestas, respuestas claras y concretas del descontrol de sus emociones. Rosseta ante su mirada era una simple Hada, pero su corazón traicionero decía otras cosas a gritos desesperados.

Ella sonrió y sin quitarla la mirada supo responderle.

- Tu esposa, Albuz, soy tu Ross.

- Ross. - habló pensante al cerrar los ojos. El nombre era familiar, pero no daba imágenes ni recuerdos. - sigues siendo una extraña. - dijo sosteniendo su mirada con la de ella. El viento empezó a correr un poco helado, tenían que salir del agua. - vamos a resfiarnos, salgamos. - dejó de verla, aunque n
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo