Después de aquel desayuno Rosseta subió a la habitación, tenía que hacerse revisar por Berta, así se lo dijo Albuz.
- Albuz tendrá que abstenerse a ti por una semana. - habló la mujer después de la revisión. - hablaré con él para que lo entienda, debería de jalarle de las orejas por lo bestia que fue contigo.
- ¿Hay algo malo en mí? - preguntó ella preocupada.
No en ti en el. - respondió y fue por algo de hierbas que tenía en su maletero. - tú eras una niña y el hombre debió de pensar bien las cosas antes de hacerte mujer. Pareciera que estaba desesperado por tenerte. Soló mira tu cuerpo, está lleno de sus manos y chupetones.
Rosseta mordió sus labios tras escucharla. Ella también tenía algo de culpa por entrar en juegos prohibidos.
- Una semana de descanso para ti bastará, ya para la segunda vez te acostumbras a su tamaño. - le enseñó dos frascos con un líquido verde y le dijo. - tomas esto de ahora en adelante después de que estés con Ambuz. Evitaras quedar embarazada hasta que