MASSIMO
Veo cómo su pecho sube y baja descontroladamente, como si el aire no le bastara. Y tal vez no le basta. No mientras estoy cerca. No mientras la deseo con cada maldita fibra de mi cuerpo. No puedo evitar sentir que un calor atraviesa todo mi ser.
Sin poder resistirme a tocarla, y queriendo hacer mucho mas que eso, la subo a horcajadas sobre mí y con una rapidez increíble la poso sobre la mesa. No me dice ni una palabra, pero me mira como si supiera que esta vez no hay marcha atrás. Se entrega. Abre las piernas, y yo maldigo en silencio.
Aprieto sus muslos, queriendo hacerla mía de inmediato, pero me contengo. Porque tengo un par de cosas en mente primero.
Sienna me mira con tanto deseo reprimido, que no me queda más remedio que atrapar sus labios con mi boca. La beso con desesperación, moviendo mis labios desenfrenadamente. Ella me sigue el ritmo cuando introduzco mi lengua en su boca. No puedo ser tierno cuando la tengo tan cerca, cuando su olor, su pi