Al día siguiente

New York

Karina

Después de la discusión con Lance, me sentí agotada y confundida. La intensidad de sus palabras, su mirada suplicante y la sensación de que todo se desmoronaba entre nosotros todavía me perseguían. Me recosté un momento en la cama, intentando ordenar mis pensamientos y calmar el corazón acelerado, pero sabía que el viaje que tenía que emprender solo complicaría aún más mis emociones.

Mientras organizaba mi valija, colocando cuidadosamente la ropa y algunos detalles personales, la puerta se abrió y apareció mi madre. Su expresión mezclaba preocupación y curiosidad, y pude sentir la tensión entre nosotras antes de que dijera una sola palabra.

—¿Vas a viajar con Lance? —preguntó, con la voz cargada de dudas y los brazos cruzados, mientras sus ojos me estudiaban con intensidad.

—No te preocupes, mamá —respondí tratando de sonar firme, aunque mi voz traicionaba un poco mi nerviosismo—. Viajo con mi jefe. Lance se va pasado mañana a Japón por una semana.

Mi m