Un viaje inesperado (2da. Parte)
Noche del Viernes
San Juan, Puerto Rico
Karina
Había aceptado viajar con Lance a Puerto Rico, a pesar de todas mis reservas. No era un simple viaje, sino convivir durante cuatro días con sus amigos, en un entorno que no estaba segura como sería.
Así llegamos al aeropuerto de San Juan y, tras pasar migraciones y recoger el equipaje, tomamos un taxi rumbo al hotel de los padres de Phillip. Observaba la ciudad con atención distraída, tratando de calmar los nervios que me provocaba este viaje. Cada vez que sentía la mirada de Lance sobre mí, una mezcla de seguridad y presión me recorría. Sus dedos rozaban los míos de manera casi imperceptible sobre mi mano, y me recordaban que estábamos juntos, aunque una parte de mí aún dudara.
Cuando llegamos, el edificio blanco, de estilo mediterráneo, con palmeras que se mecían suavemente al viento y el medio arco iluminado con luces incrustadas, me hizo contener un suspiro. El taxi se detuvo, y Lance bajó para ayudar al chofer con el equipaje. M