Lucero caminaba inquieta por la sala, había pasado muchos años desde que la nueva jefa de la familia Bach se había sentido de ese modo, más que inquieta, mientras sus padres la observaban atentos a lo que diría, Kimberly quizás sospechando que la joven le pediría un consejo, y Liam esperando que Eros no hubiese cometido otro error con su princesa, o esta vez no lo dejaría escapar.
—Lo primero que quiero pedirles es que mantengan la calma. —dijo una vez y pudo tranquilizarse y al fin tomar asiento frente a sus padres, con Eros a su lado, y Neri Neizan, afamado mafioso ruso y el cual era su mejor amigo, de pie tras ella, y aquella imagen inquietó a Kimberly, pues su recuerdo la llevaron cuando su pequeña princesa apenas y tenía casi 20 años, cuando el ruso juró cubrirle las espaldas por toda la eternidad, aunque en aquella imagen faltaban dos personas que, siempre dejarían un vacío en la memoria y el corazón de todos, pero la vida era así, algunos vivían y otros simplemente morían antes