Capítulo 18. Reflejos del pasado
Liam
El espejo me devolvió la imagen de un hombre que intentaba disimular su nerviosismo con una sonrisa forzada. Me ajusté el cuello de la camisa, sintiendo la tela rozar mi piel, un recordatorio tangible de la noche anterior. El recuerdo del beso de Isa, suave y cargado de ternura, me hizo sonreír. Aún podía sentir el calor de sus labios y el sutil temblor en su cuerpo cuando la abracé.
La noche anterior había sido un torbellino de emociones. Desde la cena en "Le Fleurissant" , donde cada palabra de Isa me hacía sentir más conectado a ella, hasta el momento en que Lisa irrumpió en nuestra burbuja de felicidad, intentando empañar nuestra noche. Pero Isa, con su fortaleza y su sonrisa radiante, no permitió que nadie nos arrebatara la magia del momento. Esa capacidad suya para enfrentar el caos con elegancia era, precisamente, lo que me fascinaba.
Recordé el paseo por la ciudad, nuestras risas compartidas, las tímidas caricias que nos hacían estremecer. Y luego, el beso bajo la luz de