Capítulo 13. Ventanas del Alma.
Liam
El sol de la tarde se filtraba a través de los amplios ventanales de mi oficina. Hacía dos semanas que Isabel había irrumpido en mi vida, y su presencia se había convertido en un eco persistente en mi cabeza. Un torbellino de emociones desconocidas se agitaba en mi interior, desafiando la calma y el control que siempre había valorado.
Yo, un hombre acostumbrado a la eficiencia y el control, me encontraba en un territorio desconocido. Mis encuentros con mujeres siempre habían sido discretos y fugaces, aventuras sin ataduras. Pero Isabel era diferente. Su sonrisa, su mirada, su conversación... todo en ella desafiaba las reglas que me había impuesto. Me sentía como un barco a la deriva, pero extrañamente emocionado por la incertidumbre.
El zumbido de mi teléfono me sacó de mi ensimismamiento. Un nuevo mensaje del grupo de mis amigos:
Isaac: Apuesto por una cena romántica a la luz de las velas en "Le Fleurissant". Clásico pero infalible.
Alan: Que vayan a la noche de jazz en "El Subt