Camila, sin molestarse sonrió.
— ¿Necesitas algo?
Damián se sentó frente a ella y comenzó a explicarle el problema. Ella lo escuchó atentamente y al finalizar asintió en acuerdo.
—Entiendo, entonces quieres que salga a mentir.
Damián casi juntó las cejas y la miró molesto.
— ¿Simplemente no puedes decir la verdad?
Respondió groseramente. Camila sintiéndolo como una burla simplemente volvió a sonreír.
—Entonces diré que eres el hombre más fiel y cariñoso del mundo. Atento, honesto y cuidadoso...
Al percibir su sarcasmo Damián se puso de pie y se dirigió a la puerta.
—No necesito tu ayuda. Haz lo que quieras.
Camila continuó sonriendo mientras sus lágrimas caían, sintiéndose sola y abandonada por el mundo.
En ese momento llegó a preguntarse si habría algo para ella en este cruel mundo. Trató de llevar una relación tranquila, una vida feliz y al día. Mantenerse en silencio y siendo comprensiva, pero parecía que nada iba a funcionar.
Se puso de pie, se bañó, cambio y arregló. Aunque todav