Mundo ficciónIniciar sesiónAunque Manuel Rodriguez, el peor y mas despiadado CEO fundador y líder de M/O electronics, sea considerado como inhumano. Hubo una época en la que sus sueños, esperanzas y amor. Fueron los más puros y nobles que pudieran existir. Dio e hizo todo lo que pudo por la mujer que amaba, aunque para él siempre hizo todo lo que creyó correcto, descubrirá que no todo en la vida es tan pleado y fluido como creía. Al final, su amor trascenderá incluso a la muerte misma. Esta es la historia de Manuel Rodriguez, el poderoso y solitario, demonio... más romántico que jamás existió.
Leer másAVA
El cadáver de mi esposo no termina de enfriarse, como tampoco las lágrimas se han secado en mi rostro porque nuevas lagrimas terminan por bañar mi piel, siento el pecho inflamado como un zepelín de tanto sentimiento encontrado, el dolor es grande con la pena que me acompaña volviendo mi corazón añicos, su muerte es tan resiente que lo único que deseo en este momento es morirme para estar a su lado.
El peor día de mi vida no ha terminado cuando ya tengo a su socio ofreciéndome un trato que a mi parecer es completamente descabellado, sin sentido alguno y es una completa falta de respeto con el dolor y la situación tan dura por la cual que estoy atravesando.
Su partida me oprime el corazón, su muerte muele cada parte de mi ser, estoy tan triste y destrozada con su repentino fallecimiento que aún no logro procesar las palabras de este sujeto, me ha dejado sola con un desastre que ahora me toca enfrentar sin la más mínima idea de cómo defenderme, apenas lleva 24 horas de muerto, unos minutos de enterrado y el mundo ya se me viene encima con una mirada que estremece cada parte de mi ser.
—No puedo hacer tal cosa—mi labio inferior tiembla—comprende por favor—limpio mis lagrimas—conseguiré el dinero para pagarte cada centavo que te debemos—ni siquiera sé de qué va esta deuda—solo dame un tiempo para conseguir el dinero.
—Con ventas de pasteles y postres al frente de tu patética iglesia no te alcanzara esta vida o la otra para pagar la deuda que tu marido tiene conmigo.
Trago con dificultad, no solo por sus palabras, su mirada recorrer mi cuerpo de una forma tan extraña que me causa repulsión, es severo al hablarme, su mirada oscura me aterra y todo lo que sale de su boca me pone a temblar.
—Escucha bien Ava—su dedo intenta tocar los míos, pero los quito ganándome una fuerte mirada que me congela—es la única forma de salvar a tu familia y tu patética comunidad.
El corazón se me detiene con sus palabras, con el tono que emplea, el semblante malvado que no disimula, su aura cargada de algo que no sé cómo describir.
—No tienes el derecho de hacer esto, legalmente no puedes simplemente desalojar a toda una comunidad.
Sonríe de una forma que hiela mi sangre.
—Construiré un centro comercial en este sector, o simplemente desalojare a esta gente de mis tierras, de mis casas —enfatiza —y a ti junto con toda tu familia se irán a vivir debajo de un puente, solo por mi capricho—me tira los documentos—soy ese hombre que puede hacer lo que se me de la gana solo porque quiere, pero en tus manos esta salvar a muchas familias, incluso la tuya.
Me desconecto de la realidad, imposible que una persona pueda pasar por encima de las leyes de los hombres así porque si, ademas.
— Y no pienses en herencia— es como si leyera me mente —todos los bienes de tu difunto esposo fueron a parar a mi cuenta y ni así logró saldar la deuda.
Con mis manos temblorosas tomo los documentos descubriendo que ahora donde vivo, donde crecí y me crie toda mi vida, le pertenece a este ser tan malvado.
Le miró esta vez a los ojos buscando un deje, un ápice de piedad, pero lo que consigo en sus ojos oscuros me hace sorprender de mi propio descubrimiento, parpadeo varias veces desviando mi mirada de nuevo a los documentos, el miedo me acompaña cuando vuelvo a posar mi vista en los papeles que en mi ignorancia no alcanzo a dimensionar el problema, leo y releo entendiendo una sola cosa.
La casa de mis padres, está casa donde tengo tantos momentos hermosos vividos con mi familia, con mi esposo y vecinos allegados, incluso todas las del sector le pertenece a la constructora que maneja Draco, no entiendo como todos estos terrenos pasaron a su poder, no entiendo que negocios realizo mi esposo con este señor para vendernos y dejarme a merced del diablo.
—Esto es injusto, es una arbitrariedad, esto no puede ser verdad—me niego a mi realidad, no soy capaz de verle a los ojos, le temo demasiado—llevare esto al juzgado, la justicia estará de mi lado.
Escucho nuevamente su risa burlona, es tan cínica pero el hombre es veloz porque en menos de nada lo tengo tomando mi cuello y estampándome contra el estante donde están los recuerdos, los retratos que tengo con mi difundo esposo.
—Escúchame bien princesa—las lágrimas se me salen del miedo que me provoca —soy un hombre de poca paciencia, me enerva tener que repetir las cosas, esperar saca lo peor de mí y soportar los problemas de los demás me exaspera, quieras o no esta es tu mejor opción así que no le des más vueltas a este asunto y firma, entrégate a mí, cásate conmigo.
—Noooo—su mano captura mi seno derecho y me remuevo aterrada de su agarre, los retratos caen fragmentándose en el forcejeo intenso de querer huir de su toque impropio, es pecado lo que hace. logro por un instante alejarme intentando correr hacia la puerta, pero su fuerza se impone dominándome contra la mesa—nooo auxili…..
Raquel, la miró dubitativa, pero decidió dejarla por la paz, estaba tan emocionada por ella, que casi quería organizarle un desfile. Pero, de pronto la actitud preocupada de Antonio la regresó de vuelta a la realidad. —Oye —dijo cambiando radicalmente de actitud, y mirándola firmemente. Señaló la silla tras Miranda y ella confundida se sentó sin palabras. Raquel acercó un taburete y se sentó frente a ella sin quitarle la vista de encima. —¿Que traen tú y Antonio? —Miranda de repente no entendió, pero unos momentos después sintió el impulso por primera vez de golpearlo como Raquel lo hacía ante sus tonterías. Suspiró profundamente y tomó sus manos fuertemente con las suyas, mientras comenzaba a hablarle con advertencia. —Esto queda entre nosotros ¿Entendiste? —al ver su seriedad Raquel en silencio asintió efusivamente. Miranda tranquilamente, explicó parte de la situación, y por un momento se sintió muy avergonzada con Antonio, el tonto de Damián o era muy confiado, o notó su i
Damián, esperaba que Miranda, se asustara o que le gritara y reclamara por su abandono.Pero no esperó lo que en realidad paso...Dos meses antes...Miranda como siempre, llegó a su oficina y arregló sus papeleos, emocionada entró a área de maquinaria y vio sus nuevos diseños.Emocionada y satisfecha, esperó a que salieran los primeros, pero Antonio se acercó de la nada y la arrastró a la bodega.—Oye...— él hizo una señal exagerada con las manos pidiéndole bajar la voz. —¡¡¡Ssshhh!!! Baja la voz, necesito hablar contigo de algo importante.Ella miró alrededor, pero no podía entender el porqué de Antonio de exagerar. Cruzó los brazos y lo miró mientras esperaba a que se dignara a hablar. Antonio al asegurarse de que Raquel no iba con ella, suspiró.—Oye, sé que es algo muy repentino y fuera de lugar. Pero... No te gustaría conocer a tu padre?Miranda abrió los ojos en shock, y miró a Antonio en silencio por mucho tiempo. Él al ver su reacción no supo que hacer y simplemente, espero.Mi
Dijo, mientras trataba de recomponerse y controlarse. No esperaba mucho, pero tampoco contó con que al levantar la vista hacia ella, una clara señal de molestia apareciera en su rostro. Arrojó sus aretes al tocador y se sentó molesta en el taburete cruzando las piernas. —Y ahora me vas a decir que no puedo salir ¿Cierto?La miró confundido por su reacción. —¿No escuchaste? Barbara murió—. Repitió él, tratando de hacerla reaccionar. Ella puso los ojos en blanco, y lo miró como si fuera algo sin importancia. —¿ Y qué? ¿Quieres que llore? ¿O que me arrepienta de pedirte el divorcio por que ella ya no estará en mi camino? No te preocupes, cuando el divorcio este listo, yo me iré de aquí, serás libre de convertir en la gran señora de la casa a quien tu quieras. Damián se puso de pie y la tomó del brazo furioso. —¡Maldita sea! ¡¿Eres humana acaso?! ¡¿Qué tan indiferente puedes ser con tu propia suegra?! ¡Era mi madre! —Camila lo miró como si fuera un idiota y trató de soltarse, pero
Tranquilamente, pasó una semana en el lugar, era pacífico. Pero lo sentía asfixiante. Había hecho muchas cosas, limpias y sucias, pero sea lo que fuere la atormentaban día y noche. Amó al que considero su propio hijo con el alma, dio su vida, juventud y una parte de su cordura por él, pero al final, una vil y sucia intrusa lo arruinó todo. ¿Qué había hecho mal? Simplemente quería lo mejor para él, que creciera y no fuera una bestia desalmada como su padre, le dio cariño, amor. Aunque fue a su manera, siempre fue con las mejores intenciones y dedicación. Pero resultó en tantos malos entendidos, rechazos, tristezas y un completo y total abandono. Sonrió, en la bañera, se relajó y aspiró el cálido vapor con el aroma de las sales de baño. Ya era vieja, no tenía a nadie, todo lo que hizo a lo largo de su vida le reprochaba cada noche. La navaja bajóa suave y silenciosamente, sin complicasiones y de una manera sutil, Bárbara simplemente se recostó en silencio yla brutal sonrisa de e
Completamente frustrada y con lágrimas en los ojos se alejó de él, lo miró de una manera dolosa, y dejó unas lágrimas rodarán por sus mejillas.—Antonio, ellas te aman y necesitan, sí yo... Yo solo soy una persona indeseable, será mejor tomar nuestro tiempo, ellas no estarán bien de ninguna manera, sí tú las dejas—. Ambos la miraron confundidos, y Antonio se acercó y la abrazó —No te preocupes, ellas estarán bien. Ambas saben manejar la empresa muy bien. Además formaran parte de las empresas protegidas por el Sr. Damián.Sindy, casi quería golpear al idiota pero se controló con todas sus fuerzas. En un "arranque" lo empujó y se acercó a la puerta.—¡Yo no puedo ser la causante de la desgracia de una familia! Yo no tengo nada que hacer en éste lugar. Si no está bien para Raquel, no puedo estar en un sitio en el que no soy bienvenida, desde hoy seré simplemente su secretaria señor. Y, si usted no está de acuerdo, entonces me iré de su empresa.Después, salió de la oficina y se dirigió a
Miranda, se enfocó en su trabajo, sus diseños y manejabilidad le dieron un impulso muy importante a la empresa de Antonio y Raquel, ellos que básicamente crecieron solos, cuidaban a Miranda como si fuera su propia hermana, ella se sentía tan feliz por ellos y sus logros que no se dio cuenta que era su propio trabajo. Cosa que ambos los hacia voltear los ojos ocasionalmente. La veían como una niña inocente del mundo, que debía cuidarse. Raquel siempre la procuraba, y, a cualquiera que le lanzara una mirada que no debería, eran ahuyentados de inmediato. Antonio siempre las procuraba a ambas, los pretendientes de ambas eran desechados como productos de mala calidad. Llegándose a creer que Miranda ya estaba prometida con él. Raquel se sentía muy emocionada y procuraba ayudarlos a juntarse, pero ambos estaban en las nubes. Constantemente se frustraba ante los detalles de ella a él y viceversa. Un día ya cansada e irritada entró a la oficina de Miranda. Ella al ver su cara acusatoria, de
Último capítulo