95. La Víspera de la Primera Reunión
Isidora había estado despierta durante las últimas dos horas, mirando el techo mientras la luz de la luna se filtraba a través de las cortinas. Junto a ella, Diego respiraba profunda y uniformemente, uno de sus brazos envuelto alrededor de su cintura incluso en sueño.
Había intentado todo: contar respiraciones, visualizar la reunión, recordar las palabras de Diego. Nada funcionaba. Su mente seguía volviendo a mañana.
Se movió ligeramente. El brazo de Diego se tensó alrededor de ella.
—¿No puedes dormir? —Su voz era ronca pero alerta.
—Lo siento.
Diego encendió la lámpara en su configuración más tenue.
—¿Cuánto tiempo llevas despierta?
—Un rato.
Él se incorporó, arrastrándola con él para que pudiera recostarse contra su pecho. Sus dedos comenzaron a jugar con su cabello.
—¿Tienes miedo de verlo mañana?
Isidora asintió contra su pecho.
—No es miedo de que me lastime. Es más... no sé si podré mantenerme entera. Si cada vez que lo mire no veré solo esa noche.
Se le quebró la voz. Diego la