29. La Incitación
Matteo había tomado su decisión. Dejaría de perseguir a Isidora como un depredador desesperado. Retrocedería estratégicamente. Le daría espacio.
Pero el universo, aparentemente, tenía otros planes.
Apenas salió de su suite esa mañana, vestido casualmente por primera vez en semanas, se encontró cara a cara con Diego Clarck en el pasillo. Diego llevaba un maletín de cuero y una expresión de profesionalismo que inmediatamente puso a Matteo en alerta.
—Mat. Buenos días —dijo Diego, sin extender la mano, manteniendo distancia respetuosa—. Luca me pidió que viniera. Necesito hablar con Isidora.
El mundo de Matteo se detuvo. Su plan de retroceder, de darle espacio, se desintegró en segundos.
—¿Mi padre te llamó?
—Sí. Esta mañana temprano. Me habló sobre Isidora y su talento para el diseño. Aparentemente Javier le mencionó hace años que su hija tenía una visión extraordinaria, potencial que nunca había sido desarrollado apropiadamente.
Diego ajustó el maletín en su mano.
—Luca quiere que sea s