Capítulo 72 – La Ira del Caído
Fabricio Castiglioni salió del salón como alma que lleva el diablo, sin saludar, sin mirar a nadie.
La corbata mal puesta, el rostro empapado en sudor, las manos temblorosas de rabia.
No entendía nada.
No sabía quién había filtrado los videos.
No sabía cómo Nicolás Martínez se había dado vuelta la jugada.
No sabía por qué todos lo miraban ahora como si fuera un payaso derrotado en su propio circo.
—¡Esto no puede estar pasando! —masculló entre dientes al cerrar la puerta de su oficina de un golpe brutal.
Derribó una silla de una patada.
Revolvió papeles, tiró el portavasos, empujó el escritorio con toda su furia inútil.
Pero nada se movía en su favor.
Nada.
Desde el pasillo, algunos obreros lo miraban.
Otros ya ni se molestaban en fingir respeto.
Algunos reían bajito.
Otros simplemente se encogían de hombros.
Castiglioni ya no imponía nada.
Ya no era el “ingeniero”.
Ahora era solo eso el que cayó por estúpido.
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Horas más tarde, en su apartamento de luj