Capítulo — Noche de Luces en Ibiza
La primera noche en Ibiza tuvo un brillo especial. Dante y Jazmín, sabiendo que Leonardo aún era menor, decidieron llevarlo a dar una vuelta por el centro de la ciudad, a ver las luces y la vida nocturna desde la vereda. A cambio, dejaron a Alma, Brisa y Alejandro en la puerta de una discoteca reconocida.
—Escuchen bien —advirtió Dante, con tono de padre estricto y sonrisa cómplice—: nada de aceptar vasos de desconocidos, nada de soltar las botellas, cuidado con lo que beben y, sobre todo, ¡disfruten sin excesos!
—Tío, quedate tranquilo —respondió Alejandro, con firmeza—. Yo me encargo. Ellas son mi responsabilidad. Ya hablé con el tío Nicolás y lo tengo claro: soy el guardián de las chicas.
Brisa rodó los ojos divertida, mientras Alma se reía.
—Más que primo, parece guardaespaldas —susurró Alma.
—¡Guardaespaldas de lujo! Te faltan los lentes oscuros, primo —añadió Brisa, señalando el look de Alejandro: todo de negro, camisa entallada, pantalón