Capítulo — Planos de Futuro
Doce años habían pasado como un soplo. Lo que comenzó con un contrato, un hotel y una venganza, ahora se celebraba con títulos universitarios, abrazos y orgullo.
El gran salón de la Universidad de la República estaba adornado con guirnaldas doradas y luces tenues. El murmullo de las familias se volvió un rugido de alegría cuando se anunció:
—Graduadas: Alma Martínez Montes, Contadora Pública. Brisa Martínez Montes, Arquitecta.
El aplauso fue ensordecedor. Nicolás apretó la mano de Anahír, los dos con lágrimas contenidas. Los ojos azules de sus gemelas brillaban desde el escenario, sosteniendo sus diplomas como si fueran coronas.
—¡Lo lograron! —susurró Anahír, con el pecho inflado de orgullo.
En primera fila, los abuelos Edinson y Sofía aplaudían con la emoción de quien sabe que la vida le ha dado más de lo que alguna vez soñó. Ana y Franco, abrazados, no podían dejar de sonreír: otra generación estaba escribiendo su historia.
Alejandro, que