Capítulo – Ir un paso adelante
La oficina de Nicolás en la planta alta del Cinco Estrellas no tenía aún todos los muebles, pero el escritorio improvisado y las ventanas abiertas hacia la obra le daban un aire de comando. Era un lugar en construcción, como todo en su vida… y sin embargo, ese día, se convirtió en cuartel.
Damián entró con el ceño fruncido y la espalda tensa después que lo llamo vino lo antes posible . Nicolás lo esperaba con el casco aún en la mano, y la expresión endurecida.
—Gracias por venir —dijo Nicolás, apenas cerró la puerta.
—¿Paso algo grave?
—Sí —respondió con voz baja—. Y es bastante grave.
Ambos se sentaron. El ruido de la construcción quedaba lejos, casi ajeno.
—La madre de Fabricio vino a la obra. Me buscó a mí, acá .
Damián lo miró con los ojos bien abiertos.
—¿La madre de Fabricio?
—La misma. Me dijo que sabe que Alejandro es hijo de su hijo. Que quiere conocerlo y que Fabricio va a salir antes por buena conducta. Que lo primero que va a hacer es reclama