Capítulo – El Juicio del Silencio Roto
El día del juicio contra Fabricio Castiglioni llegó. La sala estaba cargada de murmullos, abogados, miradas, recuerdos y heridas abiertas. Nicolás no fue. Tampoco Anahir. Ya no querían perder más tiempo en aquel hombre que había intentado destruir tantas vidas. Pero el proceso debía concluir. Era la última parte del pasado que aún debía caer.
Quien sí estuvo fue su madre. Alta, elegante, con el rostro firme, pero los ojos hinchados. Aunque su hijo no había hecho las cosas bien, no iba a dejarlo solo. Sabía que había sido una madre ausente, temerosa, sumisa ante un marido que despreció a su hijo toda la vida.
Ahora sabía por qué.
Ella también había fallado por no protegerlo. Por no hablar. Por no intervenir.
Pero ese día iba a cumplir una misión. Le pidió un favor muy especial a su abogada: necesitaba hacerle una prueba de ADN a Fabricio. Iba a ponerle en la cara, con papeles, el error que su padre cometió. También dejó en claro que denun