Me quedé un rato analizando fríamente lo que me estaba diciendo. Si bien no terminaba de caer del todo en que las cosas hubieran tomado ese rumbo, de alguna manera sentía que podía manejarlo. Sólo tenía que elegir las palabras correctas.
—Fer, no te voy a mentir, me hace muy feliz que sientas esto por mí después de todo lo que te hice pasar en el pasado y de lo que te estoy haciendo pasar ahora, en serio, pero creo que fui muy clara sobre mis sentimientos desde que llegaste a esta casa, ¿no?
—Me da lo mismo. Voy a hacer que te enamores de mí —declaró sin modificar ni un pelo su semblante serio.
Me estaba empezando a poner nerviosa. Miles de escenas empezaron a pasar por mi cabeza; desde Fernando plantándosele a Damián para contarle todo, hasta los dos peleándose a puño limpio por mí. Y no era ninguna tontería, ¿qué