Mucho Virgo

18:10 hs. — PERSPECTIVA: Fernando.

De golpe, Salomé abrió la boca como si me estuviera invitando a hacer lo que quisiera con ella. Como si se estuviera rindiendo, como si por fin hubiera asumido que ahí, definitivamente, el que mandaba yo. Y no me hice desear, le empujé la verga por toda la boca hasta que empezó a toser. Después ella solita se puso a chupármela con tremendas ganas mientras volvía a subir y bajar sobre la poronga del pendejo.

—Sacá esa cara de pelotudo, nene. Mirá a la yegua que te estás empomando. Ponele huevo, pedazo de virgo.

Me estaba enfermando verle esa cara de asustado al pibe. Si fuera un puberto de verdad, todavía me la aguantaba, pero teniendo ese cuerpo mastodóntico no se podía portar así.

Y pareció que mi reto lo hizo despertarse un poco.

—Sí... mucho virgo, pero... pero el que tiene su polla dentro de ella soy yo —se puso a reír.

A partir de ahí, la actitud del pendejo pareció cambiar. Se agarró de la cintura de Salomé y empezó él a hacer el laburo pesado.
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