18:53 hs. — PERSPECTIVA: Fernando.
"¿Me explico o no? El paraíso es una situación para tu vida con la que sueñas desde que te empiezan a crecer los primeros pelos en los huevos. Bueno, situación o forma de vida ya asentada, ¿sabes? Por ejemplo, para mí el paraíso sería poderme follar a cada tía buena que me encuentre por la calle. Así, sin más. Divisarla, bajarle las bragas y ¡pimba! Polvazo pa' pa mi boca. Llámame básico si quieres, pero no necesito otra cosa. No quiero grandes fortunas, tampoco yates ni mansiones, no quiero un Ferrari ni una tele que me ocupe toda la pared del salón. Ni siquiera espero llegar a los 100 años, mira lo que te digo. Yo sólo quiero follarme todo aquello que me ponga la polla dura".
Roque, 44 años, divorciado y alcohólico empedernido, sin oficio conocido. El tipo más grasa y ordinario que tuve la suerte de conocer. Aunque, a su vez, el más sabio y conocedor de la vida.
Esas palabras que nos dijo a mí y a mi grupo de amigos aquella tarde de verano iban a q