VIOLA
—¿Te has equivocado de dirección? —le pregunté tras pensarlo un momento y darme cuenta de que definitivamente no la conocía en absoluto.
La mujer me miró de arriba abajo con expresión inexpresiva, y sus labios esbozaron una sonrisa cínica.
—Soy Seraphine. Tú debes de ser Viola Valeria, ¿verdad? —Su voz sonaba dulce, pero fría. Y su actitud me incomodaba.
Asentí con la cabeza, sin estar muy seguro.
—Sí... es cierto. Pero no creo que te conozca, ni siquiera sé cómo te llamas. ¿Cómo podrías saber tú el mío?
Sonrió levemente y entró sin que yo la invitara. Su postura irradiaba arrogancia, como una reina acostumbrada a ser adorada.
—No, no me he equivocado de dirección.
Fruncí el ceño, confundida.
—Entonces, ¿nos conocemos? No te conozco en absoluto.
Tuve que hablar con franqueza porque era muy arrogante y no me gustaba su forma de visitar la casa de alguien. No tenía modales. Pero, para ser sincera, mi corazón latía un poco más rápido. ¿Tenía alguna conexión con Kael que le permiti