Ambos salen de la habitación. Al salir al corredor se encuentran con un joven de cabello negro. Usando su uniforme de la marina, muy distinguido. Hace un saludo con la mano. Ellos se quedan quietos viendo ese espectáculo. Sin entender qué sucede o por qué está ahí. Aunque se dan una idea del porqué.
—Hola, señor Lara, y hola para usted, señorita… —Hace una pausa como si quisiera recordar su apellido. Al final no lo logra y solo continúa hablando en tono militar. —Fui enviado por el sargento Benavides para llevarlo a la sala donde será la cena. Si son tan amables de seguirme, es por aquí.
El joven se dio media vuelta y empezó a caminar. La pareja no dice nada, solo se da una mirada cómplice y va detrás del hombre.
Pasan por un sinfín de corredores. Que para ellos son todos similares. Se encuentran con varios empleados vestidos de la misma manera. Que al verse entre sí se saludan con el mismo gesto de la mano que ha hecho el joven. Hasta que después de varios minutos de deamb