Hugo desde muy temprano se levantó de la cama. Se vistió con la primera ropa que encontró, aunque debido a la remojada que se dio anoche, su garganta le molesta un poco. Sin embargo, eso no será impedimento para ir a hablar con el capitán, esperando que ya tenga noticias de su novia.
Y es que el clima hoy es bastante bueno. La tormenta se ha ido y tiene la esperanza de que eso le dé alguna respuesta del paradero de su novia.
Hugo no ha querido informarles a sus suegros de lo ocurrido. No quiere preocuparlos; primero intentará por sus propios medios encontrarla antes de decirles.
Después de caminar por unos minutos debido a que su habitación está bastante alejada de la cabina del capitán, por fin ha llegado; toca dos veces, esperando que alguien le abra.
Uno de los de servicio le abre.
—Buscó al capitán —habla Hugo tan directo, sin siquiera saludar. El hombre está por responder cuando una voz habla desde el interior.
—Déjalo pasar —se escucha la voz del capitán.
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