Despertar con el cuerpo desnudo de Nicolas Welling encima del mío era simplemente la mejor forma de empezar el día. Siempre me abrazaba y ponía su pierna sobre mí, como si temiera que pudiera escaparme de él. Y me sentí completamente segura debajo de su cuerpo. Si pudiera, inmortalizaría ese momento mientras lo veía dormir plácidamente. Lo besé suavemente en los labios y él abrió lentamente los ojos.
- ¿Ahora me ves dormir? – preguntó estirándose.
- Hora de levantarse. Usted tiene que ir. O llegará tarde.
- ¿Lo juras? ¿No puedo quedarme aquí para siempre? Me apretó con fuerza.
- Puedes... Pero entonces te perderás el trabajo del día. Y yo la clase.
- Te prepararé el café mientras te duchas. – dijo levantándose.
- No, Nick. Me voy a dar una ducha rápida y me voy. Si me detengo a comer, llegaré tarde. Esperé todo lo que pude para despertarlo.
- Te daré un paseo entonces.
- Aceptado.
Corrí a la ducha y en cuanto entró le advertí:
- No quiero llegar tarde.
- Ni siquiera hice nada... - Se