Lara
Tuve un sueño hermoso…
En este, Killiam y yo nos amábamos con locura, y él estaba feliz de saber sobre nuestro cachorro.
Abro los ojos y lo primero que siento es la incomodidad de este colchón tan duro como piedras…
—Me duele el cuerpo —balbuceo mientras trato de incorporarme, pero el peso de alguien me lo impide.
Entonces recuerdo…
—Todo fue real… —Miro a Killiam, quien duerme plácido y abrazado a mi cuerpo, y mi corazón empieza a latir eufórico.
Tengo que parpadear varias veces para creer que de verdad estoy junto a él y que no soñé nada de lo ocurrido anoche.
Me detengo un rato a contemplarlo. Él se ve tan lindo dormido, tan inofensivo, que podría engañar a cualquiera, menos a mí.
Ese lobo traidor es capaz de arrancarme el corazón y exprimirlo con sus manos.
—Pero se ve tan bonito… —balbuceo, como la estúpida enamorada que soy.
Killiam se remueve y siento que dejo de respirar, pues no sé cómo enfrentarlo. ¿Qué pasará con nosotros ahora?
El recuerdo de Arion me golpea con cruel