Capítulo 33

Killiam

Observo a las dos mujeres que están paradas frente a la mesa, listas para sentarse junto a mí.

¿Qué mal tan grande estoy pagando?

—¿Qué hace ella aquí, madre? —interpelo, y no disimulo mi malestar.

Me tienen harto.

—Ya deja de tratar a Morana con frialdad, Killiam —me regaña y rueda los ojos—. Acepta que ella es la mujer de tu vida, tu próxima luna.

Esto debe ser una maldita broma.

Mi cuerpo tiembla y un cosquilleo en la garganta me hace abrir la boca y estallar en carcajadas.

Río como hacía mucho tiempo no lo hacía. Madre es graciosa a veces.

—Sí, claro —mascullo con sorna, y no puedo evitar hacer una mueca de asco.

Esa mujer me resulta demasiado asquerosa para tenerla siquiera en mi presencia; ¿qué le hace pensar que obedeceré su delirio de convertirla en mi luna?

—Killiam, no es que tengas opción —refuta mi madre y se sienta en la segunda silla a mi derecha.

Morana se va a sentar en la primera, esa que queda justo al alcance de mi mano, pero una mirada de advertencia basta
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App